¿QUIÉN TIENE LA VERDAD SOBRE EL FIN DE LOS TIEMPOS?
Las noticias que nos rodean son sombrías. La seguridad nos elude como un fantasma. Los fundamentos de nuestra sociedad parecen tambalearse bajo nuestros pies. Nadie sabe lo que está por venir, pero todo el mundo lo quiere saber. Una de las preguntas más importantes que podemos formular es: ¿Cuál punto de vista del futuro tiene un récord comprobado de aciertos que podamos examinar? ¿Cuál Apocalipsis tiene el «anillo de la verdad»?
La respuesta para mí es clara: sólo la Biblia. La Biblia es el mejor y único lugar donde buscar respuestas fundamentales. Aun la persona más escéptica puede poner a prueba las profecías de la Biblia al observar el cumplimiento preciso y literal de pasadas profecías. De hecho, el Dios de la Biblia está tan seguro de que sólo Él puede predecir con certeza el futuro, que lanza el guante y reta a cualquiera de los llamados dioses a anunciar el porvenir (Is. 46:8-11).
Sólo el verdadero Dios puede decir el futuro. Todos los otros que afirman ser capaces de predecir el futuro son impostores frágiles y falibles del único Dios verdadero.
Los profetas bíblicos no decían generalidades vagas como Nostradamus y otros que se hacen llamar profetas. Si se leen las profecías de Nostradamus con algún grado de objetividad, pronto queda claro que estos pronósticos se podrían aplicar a cientos de eventos. Sus alegadas profecías son discernibles sólo en retrospectiva y con una gran imaginación.
Los partidarios de las teorías del 2012 tratan de apuntar hacia unas cuantas profecías mayas que dicen que se han cumplido, pero estas son también escasas y con frecuencia vagas. Y aun si unas pocas profecías se cumplen, eso no prueba nada. Si alguien hace un número bastante grande de predicciones, algunas de ellas están destinadas a cumplirse. Los profetas bíblicos, en comparación, ofrecieron declaraciones muy específicas sobre eventos futuros que se pueden confirmar.
La voz de los profetas
La mayoría de la gente quizá no está consciente de que el 28% de la Biblia era profético en el momento en que fue escrito. Los libros del Antiguo Testamento recogen la vida y la obra de muchos grandes profetas: Moisés, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Miqueas y otros.
Al avanzar hacia el Nuevo Testamento, el propio Jesús afirmó ser un profeta y citó a Moisés, Isaías, Daniel, y Jeremías, y añadió muchas veces comentarios interpretativos y detalladas predicciones propias. Sus palabras han sido confirmadas por la prueba del tiempo.
Jesús predijo la persecución de la Iglesia, la caída de Jerusalén, la destrucción del templo, la dispersión de los judíos a todas las naciones, y la asombrosa supervivencia y crecimiento de la Iglesia. Junto con los profetas del Antiguo Testamento, visualizó un tiempo cuando Israel sería restablecido como nación (Mateo 19:28; Hechos 1:6-7). Todo esto se ha cumplido en la historia.
Pero también advirtió a aquellos que comprendían a los profetas del Antiguo Testamento que observaran a Jerusalén y el Medio Oriente en busca de señales del fin de la civilización mundial que se acercaba.
Los expertos alegan que hay cerca de 300 profecías del Antiguo Testamento que se cumplieron justo en la primera venida de Cristo. Treinta y tres profecías específicas se cumplieron justo en las 24 horas finales de la vida de Jesús sobre la tierra. Las probabilidades de que una sola persona cumpla sólo ocho de estas profecías, en toda una vida, es 10 a la decimoséptima potencia. Eso es un uno con diecisiete ceros detrás.
No es necesario decirlo, la Biblia tiene un récord sin paralelo ni rival. Ningún otro libro o profeta siquiera se le acerca. La Biblia tiene la huella o la forma de escribir de Dios sobre ella. La profecía cumplida prueba la veracidad y confiabilidad de la Biblia. Ello prueba que Jesucristo es quien afirma ser: el Hijo de Dios, Dios hecho hombre. Esto también prueba que las profecías de la Biblia que aun tienen que cumplirse se cumplirán tan literal y exactamente como las que ya se han cumplido.
2012: la Biblia y el fin del mundoMark HitchcockUnilit