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lunes, 16 de marzo de 2015
PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO.
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Sepulcro vació. |
PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO.
La resurrección de Cristo es el pilar principal de la fe cristiana. Pablo lo dice: «Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, tampoco la fe del creyente». La resurrección de Cristo no es una falsedad, tres días después de su crucifixión. La biblia dice que Jesús se presentó vivo con muchas pruebas.
La resurrección de Cristo es el pilar principal de la fe cristiana. Pablo lo dice: «Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, tampoco la fe del creyente». La resurrección de Cristo no es una falsedad, tres días después de su crucifixión. La biblia dice que Jesús se presentó vivo con muchas pruebas.
Es un hecho irrebatible que Jesús vivió en el primer siglo en Palestina, y que fue crucificado y sepultado, la pregunta intrigante que sigue es: ¿Qué pasó con el cuerpo de Jesucristo? Ningún historiador honesto puede evitar esta interrogante. Cuatro explicaciones para la ausencia del cuerpo del Salvador:
(1) el cuerpo está todavía enterrado en alguna tumba desconocida de Palestina; (2) fue removido de la tumba por los enemigos del Señor;
(3) fue removido de la tumba por los amigos del Señor;
(4) se levantó de la tumba y ahora está en los cielos.
(1) el cuerpo está todavía enterrado en alguna tumba desconocida de Palestina; (2) fue removido de la tumba por los enemigos del Señor;
(3) fue removido de la tumba por los amigos del Señor;
(4) se levantó de la tumba y ahora está en los cielos.
(1) Simplemente la historia no apoya que el cuerpo de Cristo esté todavía enterrado en algún lugar cerca de la ciudad de Jerusalén, cuando los apóstoles comenzaron a llenar esa ciudad con las enseñanzas de un Señor resucitado (Hechos 5:28), las autoridades simplemente hubieran enseñado el cuerpo y por ende desmentido el “mito” del evangelio. Y no sería de ayuda sugerir que las autoridades no sabían dónde estaba sepultado el cuerpo de Jesús, ya que ellos habían asignado soldados para custodiarlo. Además, la tumba había sido sellada (vea Mateo 27:62-66), y hubieran documentado, dónde el cuerpo de Cristo había sido colocado.
(2) Es absurdo argumentar que los enemigos del cristianismo robaron el cuerpo de Jesús, ya que en el día de Pentecostés, Pedro y los otros proclamaron la resurrección de Cristo, aquellos enemigos hubieran volcado abruptamente el cadáver del Señor en medio de la multitud y ¡el Camino Cristiano hubiera muerto!
(3) La acusación común de la infidelidad ha sido que los discípulos de Cristo confiscaron Su cuerpo e inventaron la historia de la resurrección. Esto, en efecto, fue el cuento fabricado por los principales sacerdotes quienes sobornaron a los soldados para afirmar que “Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron estando nosotros dormidos” (Mateo 28:13). Mateo, escribiendo dos décadas después de la resurrección, observó que este rumor ridículo “se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy” (Mateo 28:15). De hecho, el cuento continuó muchos años más allá del tiempo de Mateo. Además, ¿qué motivo pudiera haber poseído a los discípulos para robar el cuerpo, y luego clamar una resurrección cuando ellos ni siquiera habían anticipado la resurrección ( Marcos 16:11-13; Lucas 24:10; Juan 20:25)? Y ¿qué ganaban al contar la historia de la resurrección? ¡Ellos no ganaron nada solo tortura y muerte! Aunque los hombres puedan morir por decepción religiosa, ¡ellos no se dirigen voluntariamente a sus muertes sabiendo que están inventando una mentira! Finalmente, existe ese problema inexplicable de cómo los discípulos violaron esa guardia experimentada de soldados y se escaparon con el cuerpo. La noción de que el cuerpo del Señor fue robado por Sus amigos no concuerda con la evidencia.
(4) se levantó de la tumba y ahora está en los cielos.
¿Qué de los Testigos Oculares?
¿Qué de los Testigos Oculares?
Los testigos oculares; Lucas, un médico (Colosenses 4:14) e historiador de primera categoría, después de haber investigado el asunto cuidadosamente, declaró que Jesús “se presentó vivo con muchas pruebas” (Hechos 1:3), apareciendo en numerosas ocasiones durante un periodo de cuarenta días entre Su muerte y ascensión. La palabra “pruebas” traduce un término griego que fue usado por escritores clásicos para “denotar la prueba más fuerte a lo cual un sujeto es susceptible” (Alexander, 1959, p. 5). Los aparecimientos post-resurrección del Señor que están registrados son los siguientes.
1. Cristo se apareció a María Magdalena en el sepulcro después que Pedro y Juan habían salido (Juan 20:11-17; Marcos 16:9-11).
2. El Señor se apareció a un grupo de mujeres discípulas que habían visitado Su tumba vacía (Mateo 28:9,10).
3. Jesús se apareció a Pedro en la tarde el día de resurrección (Lucas 24:34; cf. 1 Corintios 15:5).
4. Él se apareció a dos discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24:13-35; Marcos 16:12).
5. Cristo se apareció a los apóstoles en la noche de la resurrección [estando Tomás ausente] (Marcos 16:14; Lucas 24:36; Juan 20:19-23).
6. El Señor se apareció a siete de Sus discípulos al lado del Mar de Tiberias, y preguntó a Pedro tres veces si él le amaba (Juan 21:1-23).
7. Él se apareció en una ocasión a más de quinientos hermanos, la mayoría de los cuales estaban vivos cuando Pablo escribió la carta llamada Primera a los Corintios (1 Corintios 15:6), lo cual demuestra que la historia de la resurrección podía ser revisada.
8. Jesús se apareció a Santiago (1 Corintios 15:7)—probablemente el medio-hermano del Señor quien anteriormente no creía (Juan 7:3-5).
9. Cristo se apareció a los once discípulos en el monte de Galilea donde Él les dio lo que es llamado la “gran comisión” (Mateo 28:16-20).
10. El Señor se apareció a los discípulos en el Monte de los Olivos justo antes de Su ascensión al cielo (Lucas 24:44-53; Hechos 1:3-9).
11. El Viviente (Apocalipsis 1:18) se apareció a Esteban, Su primer mártir (Hechos 7:55,56).
12. Cristo se apareció al apóstol Pablo en su camino a Damasco (Hechos 9:3-6), luego, cuando Pablo estuvo orando en el templo (Hechos 22:17-21), y mientras estaba en la prisión en Cesarea (Hechos 23:11).
13. También, el Señor se apareció al “discípulo amado”—Juan—en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:12-20).
2. El Señor se apareció a un grupo de mujeres discípulas que habían visitado Su tumba vacía (Mateo 28:9,10).
3. Jesús se apareció a Pedro en la tarde el día de resurrección (Lucas 24:34; cf. 1 Corintios 15:5).
4. Él se apareció a dos discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24:13-35; Marcos 16:12).
5. Cristo se apareció a los apóstoles en la noche de la resurrección [estando Tomás ausente] (Marcos 16:14; Lucas 24:36; Juan 20:19-23).
6. El Señor se apareció a siete de Sus discípulos al lado del Mar de Tiberias, y preguntó a Pedro tres veces si él le amaba (Juan 21:1-23).
7. Él se apareció en una ocasión a más de quinientos hermanos, la mayoría de los cuales estaban vivos cuando Pablo escribió la carta llamada Primera a los Corintios (1 Corintios 15:6), lo cual demuestra que la historia de la resurrección podía ser revisada.
8. Jesús se apareció a Santiago (1 Corintios 15:7)—probablemente el medio-hermano del Señor quien anteriormente no creía (Juan 7:3-5).
9. Cristo se apareció a los once discípulos en el monte de Galilea donde Él les dio lo que es llamado la “gran comisión” (Mateo 28:16-20).
10. El Señor se apareció a los discípulos en el Monte de los Olivos justo antes de Su ascensión al cielo (Lucas 24:44-53; Hechos 1:3-9).
11. El Viviente (Apocalipsis 1:18) se apareció a Esteban, Su primer mártir (Hechos 7:55,56).
12. Cristo se apareció al apóstol Pablo en su camino a Damasco (Hechos 9:3-6), luego, cuando Pablo estuvo orando en el templo (Hechos 22:17-21), y mientras estaba en la prisión en Cesarea (Hechos 23:11).
13. También, el Señor se apareció al “discípulo amado”—Juan—en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:12-20).
El estudiante honesto de historia, solo tiene una alternativa—¡Jesús de Nazaret realmente sí se levantó de los muertos!
¿JESUS REALMENTE MURIO EN LA CRUZ?
Escépticos dicen que parecía estar muerto, quizá drogado, pero revivió en la tumba. No es un milagro que un hombre vivo salga caminando de un sepulcro. Para que la resurrección tenga significado, Jesús tuvo que morir primero, y para probarlo debemos considerar varios puntos.
1.- Jesús no fue drogado. El rechazó el analgésico que usualmente les administraban a las victimas de la crucifixión (Marcos 15.23). Justo antes de morir le ofrecieron un sorbo de vinagre para aliviar su garganta lo que no alcanzó a intoxicarlo (V.13) su agonía y su muerte no encajan en alguien que esta por quedarse como muerto.
2.- La abundante hemorragia confiere alta probabilidad a la muerte. Su extremo estado emocional le hizo sudar grandes gotas como sangre mientras oraba en el huerto (Lucas 22.44). Jesús estaba ya en estado grave o crítico antes de que lo crucificaran, la noche anterior a la crucifixión fue golpeado y azotado repetidas veces con un látigo romano (de tres puntas recubiertas con pedazos de hueso o metal), que desgarró los músculos esqueléticos, y preparo las condiciones para un colapso circulatorio. Además, le habían insertado en su cabeza una corona de espinas; luego, entre las nueve de la mañana y poco antes del ocaso (vv. 25,33), sufrió cinco heridas importantes, de las cuales cuatro fueron las de clavos usados para fijarlo en la cruz. Restos hallados de palestinos crucificados, nos permiten saber que esos clavos eran de 12 a 17 centímetros de largo y 1 centímetro de grosor.
3.- Agua y sangre salieron de su costado cuando lo atravesaron con una lanza. la evidencia señala que esto fue un lanzazo asestado por un soldado romano para asegurarse de su muerte. La lanza penetró sus costillas perforando su pulmón derecho, la bolsa membranosa que guarda el corazón y este mismo, dejando salir los líquidos pleurales y la sangre. Jesús estaba totalmente muerto antes de que lo bajaran de la cruz y, quizás antes de que le infligieran la herida con la lanza. Las heridas en sus muñecas y pies deben haber cortado nervios principales. El golpe final atestado a su costado era fatal de por sí (v. 34).
4.- El procedimiento habitual de la crucifixión incluía quebrar las piernas de las victimas para que no pudieran levantarse y exhalar. Los crucificados se asfixiaban pues sus pulmones se llenaban de dióxido carbónico. A todos los crucificados les quebraban las piernas. Pero verdugos romanos profesionales, sin dudar un momento declararon muerto a Cristo sin quebrar sus piernas.
5.- Jesús fue embalsamado con treinta o cuarenta y cinco kilos de especias y vendas, y puesto en una tumba custodiada (vv. 39,40). Aunque hubiera despertado en la tumba no podría haberse sacado las vendas solo, haber movido la piedra de la entrada, pasado entre los guardias y escapado sin que lo vieran (Mateo 27.60).
6.- Pilato pidió pruebas de la muerte de Jesús antes de entregar el cuerpo para el funeral.
7.- Si Jesús hubiera controlado todo esto, su apariencia habría sido más la de un miserable resucitado que la de un Salvador. Es improbable que eso hubiera trastornado al mundo.
8.- La revista de la Asociación Médica Americana, en Estados Unidos, publicó en su número del 21 de marzo de 1986 (p.1463), un artículo sobre el tema cuya conclusión dice: «El peso de la evidencia médica e histórica indica claramente que Jesús estaba muerto antes de que le infligieran la herida en su costado; esa misma evidencia respalda el enfoque tradicional de que la lanza metida entre sus costillas derechas, le perforó probablemente no solo el pulmón derecho sino también el pericardio y el corazón, asegurando así su muerte. Las interpretaciones que se basan en el supuesto de que Jesús no murió en la cruz parecen, consecuentemente, contrariar la ciencia moderna».
*_. Norman Geisler y Ron Brooks, Apologética - Herramientas Valiosas Para la Defensa de la Fe, Editorial Unilit, 1997, Edición Especial para LOGOI/FLET, pp.
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lunes, 12 de enero de 2015
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